lunes, 23 de julio de 2012

No poner las manos




Un corazón formado por veinte humanos sacudiendo los hombros.

Un hombre montado en la espalda de una mujer (que camina)

 Y viceversa.

De fondo, un árbol que fue planta, se planta.

Lanzada a la carrera, no se dio cuenta que estaba atada como un perro.

Corría hacia el costado, tampoco parecía advertirlo – se agitaba solamente-

No avanzaba. Si retrocedía.

Cuando alguien cae, parece como si se fuera a partir la cara

(Y a veces eso pasa)

¡¿Serías capaz de dejarte caer y no poner las manos?!



.


Me quedo con eso



Mirar a través de la carne para ver

Abrir un cumplido con los dientes de una sonrisa fingida.

Chocar abrazos de distintas intensidades

Mirar la hora

Hablar de más y herirse un poco

Ventilar la casa

Tu mano debajo de la mesa

domingo, 22 de julio de 2012

Ellos eran los héroes


Ellos eran los héroes maldecidos por el mundo. Aquellos -los del mundo-  acariciaban la pelusa de un resquemor con una mano. Tiraban ojos reventados a una pared con la otra. Trucos de magia para deshacerlos, pretendían.
Nada funcionaba con ellos dos sobrevolando el tiempo. Atados con venas de sangre. No querían estar separados, y siguiendo su deseo, dedicaron un momento a escribir sobre granito.
Lenguas largas atravesaban su camino. Formas voluptuosas imitaban monumentos.
Todo veían, todo admiraban; pero ellos seguían su rumbo, incrustando pies de elefante en el plano. Clavando accidentes geográficos que dibujaban.
El mapa tenía la cruz, en el pico de una montaña. Y hacia allá se dirigían. Ellos eran los héroes que alguna vez hemos soñado.